El futuro de las Fintech en España
Después de la tempestad siempre llega la calma, o eso dicen. Esto no es lo que les va a suceder a uno de los sectores más importantes a nivel mundial, el bancario. Tras una crisis que ha durado 6 años y aún da sus últimos coletazos, en la que el sector ha sufrido una brutal reducción de plantilla, de oficinas, con unos requisitos de liquidez y solvencia más altos que nunca. Se les aproxima todo un tsunami, de dimensiones aún por descubrir.
La ola de las fintech se avecina y promete llevarse por delante todo lo que esté en su camino. A nivel nacional las entidades más potentes se cuentan con los dedos de una mano, estas deberían ser las que arrastren al resto del sector a tiempos más prósperos. En el otro lado están algunas de las compañías más grandes jamás vistas (a nivel de valoración) que parecen no tener techo, estas, con plantillas relativamente pequeñas y dinámicas, solo tienen como barrera el tratar con una regulación restrictiva en uno de los sectores tradicionalmente más inaccesibles y con mayor poder fáctico.
Pocas entidades a nivel nacional e internacional se lo toman enserio, valorando de forma escéptica desde sus preciados sillones y pensiones vitalicias. Mientras las grandes tecnológicas ya se frotan las manos y valoran ya su parte del pastel.
Aún hay que ver qué papel puedan cubrir pequeñas startups en este sector, que se presume como uno de los más jugosos que se verán en tierras de la world wide web (en el primer trimestre de 2016 este tipo de compañías han recibido unos 4.680 millones de euros, un 67% más respecto al mismo periodo de 2015), todo parece indicar que la inversión e interés en este tipo de compañías ha llegado para quedarse.
A nivel español como la forma de actuar hasta el momento por el gobierno y el Banco de España han sido la de escuderos, guardando las espaldas a grandes empresas que buscan conservar su negocio como oro en paño, el surgimiento de startups fintech en España con financiación y cuota de mercado suficiente como para defenderse en un contexto global como el actual se antoja incierto, aunque ejemplos como el de Pich o Ebury sean esperanzadores.
Carlos González San Millán – Programa Marketing Digital Generation Spain