‘La partida… no ha hecho más que comenzar.’

Se acerca el final de esta corta pero intensa etapa: el Programa de Marketing Digital de Generation Spain en Málaga pone fin en un par de semanas. Han sido casi cuatro meses, cortos sí, pero intensos. Cuando comenzamos no creí que podría aprender tanto dentro de un ámbito como es el marketing, nuevo para muchos y no tanto para otros tantos en mi caso.

De este curso saco muchísimos conocimientos aprendidos; pero de cara a la empleabilidad, me gustaría hacer alusión a un método del que reflexioné estudiando el módulo de marketing mix. Dicho método, es el de tratarnos a nosotros mismos como un producto, ponernos en la piel de ‘ese producto’ para las empresas y estudiar desde nosotros mismos bajo las míticas 4 P’s del Marketing de Kotler.

Hablando desde mi experiencia, me ha servido para alejarme de mí y ser objetiva y consecuente con lo que soy; es decir, cómo soy (producto), cuál es mi disponibilidad o a qué estoy dispuesta laboralmente hablando (precio), qué voy a hacer para promocionar mi marca personal con el fin de conseguir empleo (promoción o comunicación) y, finalmente, en qué canales lo voy a hacer para llegar a esa meta (distribución). De esta forma, se consigue un esquema claro de lo que soy, cómo y hacia dónde me dirijo, lo que simplifica en gran parte el proceso, aunque aún quede mucho por hacer.

En definitiva, ahora la pelota está en nuestro tejado: es el momento de ponernos las pilas y luchar por hacernos un hueco en el mercado laboral, esa boca del lobo a la que tanto miedo nos da enfrentarnos.

Hemos de creernos capaces de comernos el mundo a través de nuestras habilidades y potenciales, tal y como hemos aprendido en el curso, puesto que son las que nos ayudarán a conseguir todo lo que nos propongamos, al fin y al cabo son nuestros puntos fuertes.

Pero el camino no será fácil, nadie dijo que lo fuese. Para ello, hay una frase que siempre va conmigo en mi vida: ‘El arte de vencer se aprende en las derrotas.’ Y es que, haciendo una analogía y remontándonos unos años atrás, cuándo fuimos bebés, probablemente no seamos capaces de recordarlo, pero ¿Cuántas veces nos caímos antes de aprender a andar? Muchas, ¿verdad?

Pero al final la recompensa mereció la pena, y una vez pudimos caminar sin nadie de la mano, valoramos el precio de todas esas caídas y un tiempo después ni las recordamos. Ahí es donde radica la importancia de esa frase: las derrotas serán varias probablemente, pero cuando venzamos la batalla será más que merecida y habremos aprendido de ello y la valoraremos como tal.Por eso, superemos el miedo a esa boca del lobo, metámonos en ella, no hay nada que temer, forma parte del juego y la partida… no ha hecho más que comenzar.

Ana María Jiménez, Marketing Digital Generation Spain (Málaga)

"Alejandro